Es un parking para salir del paso en caso de que queráis ver Bergen y os toque hacer noche. Aunque es silencioso el sitio es feo. Debes atravesar una urbanización con calles estrechas repletas de coches y curvas. Es de pago y no lo merece. Lo chulo es que el paseo por la urbanización hasta Bergen es corto y muy bonito. Luego puedes subir en funicular.