Anarquía absoluta. No se respeta el número de plazas ni por tanto el n° de enchufes. Reservamos por la web, nos dieron la plaza 2 y cuando llegamos estaba todo ocupado sin ningún orden. Los aseos y duchas están prefabricados en un establo muy descuidado, con muchas telas de araña y nada apetecible, aunque es funcional. No hay valla que delimite para proteger enseres. El trato del dueño cordial.