Dos estrellas porque está cerca del pueblo y con servicios. Plazas estrechas, te enteras de todo lo que hace el vecino. Pegada a la carretera, donde hay paso constante de vehículos a todas horas. Es como dormir en la gasolinera de una autopista. Nada de sombra. Cangas es bonita, pero con un día sobra para recorrerla. Nos hemos movido al P3, donde sólo se escucha el agua del río. Para no volver.