Hemos pasado aquí la noche. Al llegar nos dio buena sensación a pesar de que había un grupo de jovenes en el merendero, al acercarnos para cenar fueron simpáticos y se fueron muy pronto (antes de las 21.00h). Los servicios que hay son una fuente, mesas y sillas para sentarte techadas, mucha naturaleza. No vemos una zona deteriorada como el ultimo comentario decía y la zona nos parece segura. Repetiríamos