El sitio es increíble, tranquilo y cómodo, solo se escucha el agua del rio. Hay que entrar por Hoyos, pasando el helipuerto, el camino tiene muchas curvas, exceptuando eso a nosotros no nos pareció malo. Íbamos con furgo. Apto para perros tambien, aunque por el día no se pueden tener sueltos en la zona de las piscinas. Para dormir genial.