Fuimos a dar una vuelta con nuestros perros y tras pasar por una granja de vacas, varios perros atados y a mui entender, desatendidos, empezaron a ladrar y los trabajadores nos invitaron con malos modales a abandonar la zona y a pasear a nuestros perros en otro lado. No nos sentimos queridos en la zona y nos fuimos a El Viso. Una pena.