Es una sidrería privada, con un sitio muy bonito y perfectamente acondicionado para el vaciado de aguas grises y negras, así como para el llenado, y no cobran nada por ello. Además, cuentan con una tienda; esta vez íbamos con prisa y no pudimos bajar a comprar, pero la próxima vez lo haremos. Muy recomendable.






