No había intención de dormir aquí ya que estábamos esperando en el parking del centro comercial una pizza. El dueño golpeó nuestra puerta con fuerza y fue un auténtico grosero. Nadie debería aceptar este trato ni dar dinero a alguien así. Su camping es el sitio más cutre que he visto en años viajando: un parking en la plaza más ruidosa del pueblo.