Precioso pueblo que invita a callejear durante horas y explorar todos sus rincones. El aparcamiento no es nada especial, aunque esta rodeado de locales con buen ambiente. Lo que más valoro ha sido encontrar por fin (después de 3 meses) unas instrucciones de aparcamiento sencillas y concisas. No pernoctar el Miércoles pues hay mercado el Jueves, y pagar por cada plaza ocupada.